El sistema de salud argentino es complejo y bastante ineficiente. Esto se debe a varios motivos: su fraccionamiento, su financiamiento irregular, y las grandes iniquidades entre las jurisdicciones de un país federal. Es importante tener en cuenta que la salud es un derecho constitucional y el medicamento es considerado un bien social en nuestro país.
Hace más de 2 años un grupo de sanitaristas argentinos comenzamos a reunirnos, inicialmente más como un ejercicio teórico o catártico, para evaluar el desmantelamiento progresivo del sistema de salud que este gobierno venía realizando.
Evaluamos cuáles deberían ser las políticas de recuperación. En ese momento pocos soñábamos con que íbamos a tener la posibilidad de emplear esas políticas, el gobierno de Mauricio Macri parecía sólido y la división del peronismo irremediable.
Dos años más tarde, un nuevo gobierno peronista asume la conducción del país. Este grupo de sanitaristas auto convocados devino en “grupo técnico” del Partido Justicialista Nacional y, junto a otros grupos similares de distintas temáticas, generamos una propuesta de políticas a corto y mediano plazo. Estas fueron evaluadas, corregidas y enriquecidas en todo el país, con el aporte de miles de argentinos en reuniones técnicas en diferentes provincias y entregadas al presidente Alberto Fernández. Ha sido para mí un orgullo ser parte de este proceso, y es un enorme gusto que, quien condujera este trabajo, Ginés González García, haya sido elegido por nuestro presidente como nuevo ministro de Salud Pública de la Nación.
Fue un honor que mi nombre haya sido tenido en cuenta por el presidente para ocupar ese cargo, junto al de Ginés. Este gran médico será siempre el ministro recordado por haber superado la crisis de 2001 sin impacto en los indicadores sanitarios, por haber mejorado la accesibilidad a los medicamentos con la ley de prescripción por nombre genérico, y por la creación del programa Remediar, emblema del acceso a medicamentos esenciales en centros de atención primaria de todo el país.
Además impulsó el desarrollo inicial de programas con financiamiento internacional de altísimo impacto sanitario. Entre estos se puede destacar: el plan Nacer, el FESP, el FEAPS y la puesta en marcha del postgrado universitario en servicio más grande de América latina, el Programa de médicos comunitarios, que cambió la calidad del RRHH en los centros de atención primaria. Sin dudas el Presidente no se ha equivocado.
Ginés es la persona que la Argentina necesita para devolverle a nuestro Gobierno un ministerio y al país la política sanitaria que nos merecemos. Mi lugar será siempre en donde pueda ser de utilidad a este proyecto nacional y popular. Desde la Cámara de Diputados, a donde llegué por el voto de los tucumanos, y desde su Comisión de Salud acompañaremos este enorme desafío de poner a una Argentina saludable de pie.